Huesa del Común, en una oscuridad relativa, bajo el amparo de las luces urbanas y del solemne y arruinado castillo. 29 de septiembre, fiesta de San Miguel. Se disponen a cumplir un año más con la secular tradición de cantar antes de la aurora. Este año lo pueden disfrutar los muchos huesinos que pueblan Huesa este fin de semana. Además, ha sido una madrugada de temperatura templada, aunque hiela un poco el ánimo de los huesinos el recontar los pocos habitantes que quedan entre semana.
Este año había en Huesa numerosos auroreros para conmemorar la festividad con sus cantos. Media hora antes de amanecer Jesús (como campanero titular), Celso, Fernando, Ramón, los dos Manolo, los dos Santiago y los dos Mariano, se congregaron en la calle de San Miguel (Tajada para muchos) frente a la farmacia, y en conversación queda y mediando un vasito de un anís, comenzaron su canto al santo:
“(Doble toque de campana) (En coro)
Noble y esclarecido soldado
San Miguel arcángel, nuestro gran patrón
con su fe consigue al victoria
triunfo de la historia del fiero dragón.
(Solo de Santiago)
¡Y a su imitación!
(doble toque de campana)
(En coro) Triunfaremos todos de lo mismo viniendo,
al Rosario con fe y devoción.
(doble toque de campana)”
Siguieron su ronda habitual por la calle de Sto. Domingo, la replaceta donde arranca la calle Mayor, el cruce con Tajada frente a uno de los bonitos portales medievales de Huesa, los arcos donde además del canto de la aurora el veterano Santiago dijo una oración en honor a la estatua de la virgen María que allí existe, al final de la plaza del Ayuntamiento… y siguieron dando la vuelta terminando ante la escalinata de la iglesia parroquial.
María y Pili (la de la casa de la Aurora), han sido tan amables de preparar unos pestiños y buñuelos para ofrecer a los auroreros al finalizar el recorrido (además de acompañarles en toda la ronda por Huesa).
Relajados y con el deber cumplido, afloran a sus labios versos de jotas más ingeniosos y pícaros de lo que se puede o debe reproducir con ocasión de esta crónica.
Y al mediodía, coronando esta celebración religiosa de San Miguel, la misa ha sido multitudinaria con cantos y música baturra y la procesión solemnizada con el tradicional volteo de campanas (las dos que tenemos en Huesa, María del Pilar y Quiteria).
Texto y fotos: F.J.Lozano A.