Huesa del Común (Teruel)  La seducción del Aragón medieval

 

 

 

 

 

 

SACERDOTES DE HUESA

Nuestra parroquia –San Miguel Arcángel- se siente privilegiada y orgullosa de haber contado entre sus pastores (párrocos) a hombres tan destacados en la pastoral parroquial y en su vida personal.


Beato Zósimo Izquierdo Gil


“Nació en Villahermosa del Campo (Teruel) el día 17 de diciembre de 1895. Hijo de Juan Manuel y Rosa. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento, siendo su madrina Juana Gil. Confirmado el 14 de mayo de 1904 por el Arzobispo don Juan Soldevila y Romero… A los 13 años ingresó en el Seminario Menor de Belchite para estudiar Humanidades y luego prosiguió los estudios superiores en el Seminario Conciliar de Zaragoza. Fue ordenado sacerdote, a título de suficiencia, por el Arzobispo de Zaragoza, recién nombrado cardenal (15-12-1919), don Juan Soldevila y Romero, en el oratorio de su palacio, el 20 de marzo de 1920. Fue primeramente coadjutor de Ariño tres años…

Desempeñó, posteriormente, los siguientes cargos pastorales: párroco de Corbatón (31-07-1923 al 18-07-1930); párroco de Huesa del Común (18-07-1930 al 27-03-1936)… y finalmente ecónomo de Castelserás (13-12-1935 al 30-07-1936). En el ministerio pastoral demostró entusiasmo y buenas cualidades para el trabajo con los niños, la enseñanza del catecismo y la implantación de la Acción Católica en sus inicios.

El 28 de julio de 1936 las fuerzas revolucionarias llegaron al pueblo. Se dirigieron primero a la casa parroquial en busca de mosén Zósimo.Con él estaba fray Arizmendi, estudiante dominico del convento de Calanda, que conseguiría salvar la vida. Mosén Zósimo les preguntó a los milicianos qué era lo que pretendían y ellos le respondieron que la salvación del pueblo. Él les replicó: “¿Con pistolas buscáis la salvación del pueblo?” Ellos lo insultaron. A los insultos, mosén Zósimo respondió con serenidad. Un miliciano intentó apuñalarlo y mosén Zósimo, mostrando gran valentía, le mostró el pecho. Seis personas sujetaron al agresor, desconcertado y encolerizado por las palabras del sacerdote. Algunos milicianos intentaron fusilarlo inmediatamente, pero el comandante del grupo se impuso y dijo que a nadie se podía fusilar sin juicio previo del Comité. Entonces mosén Zósimo fue declarado prisionero….

Se sabe que mosén Zósimo, como buen pastor de sus ovejas, pidió clemencia repetidas veces para sus compañeros de prisión y muy especialmente para los padres de familia: “Matadme a mí –decía-, que yo no dejo a nadie, y poned en libertad a éstos, que dejan sus hijos”.

El 30 de julio, a las doce de la noche, junto con los dos religiosos dominicos, huidos del convento de Calanda, sacaron de la cárcel a mosén Zósimo y a sus dos compañeros y los subieron a todos a un coche, que los esperaban en la plaza. Con dicho vehículo fueron conducidos hasta el lugar de ejecución, que no estaba lejos. Salieron del pueblo, pasaron el puente del río Mezquín y los ejecutaron en una venta situada en la carretera de Alcañiz, a la vera del río. Su actitud fue de resignación y perdón. Se arrodillaron para rezar. Uno de los milicianos les preguntó: “Qué hacéis así arrodillados?”. Mosén Zósimo les respondió que estaban rezando para encomendarse a Dios y pedirle perdón para ellos. Todos permanecieron arrodillados y así recibieron la descarga que acabó con sus vidas. El cadáver de mosén Zósimo fue particularmente profanado… Tenía entonces 40 años. El cura ecónomo de la parroquia de Castelserás certifica que murió el 30 de julio de 1936, “asesinado por los marxistas”. Su cadáver fue inhumado en el cementerio de Castelserás. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001. El Martirologio Romano celebra su ceremonia el 30 de julio”.
( MIGUEL GARCÍA, I., Testigos de nuestra fe –La persecución religiosa en la Archidiócesis de Zaragoza (1936-1939), Fundación Teresa de Jesús, Zaragoza, 2008, 141-143)

Mosén Primo Cabanas Francás


Por mi edad, y por las circunstancias familiares y sociales, conocí a mosén Primo Cabanas Francás como primer sacerdote de la parroquia. Puedo destacar su corpulencia y la dificultad que encontraba para acceder por el callizo hasta la iglesia. Los chicos mayores, en esta época, no nos permitían ser protagonistas ni en el altar ni en la sacristía.

Regentó la parroquia de Alfamén (1930) y Huesa del Común en (1936). Sucedió a mosén Zósimo Izquierdo Gil. En 1939 fue nombrado ecónomo de Calamocha.

Mosén Camilo Pitarch Domingo


Nació en La Iglesuela del Cid el 7 de octubre de 1910. Hijo de Antonio y María. Fue educado en una familia de siete hermanos, cuyo oficio era de ebanistería-carpintería. Recibió la ordenación de subdiácono el 19 de junio de 1932; de diácono el 13 de diciembre del mismo año y de presbítero el día 18 de junio de 1933 por el Arzobispo D. Rigoberto Doménech y Valls.

Celebró su primera misa el 28 de junio de 1933 en la parroquia de La Iglesuela del Cid. Fue nombrado cura de La Fresneda. Durante la Guerra
Civil estuvo escondido en un falso techo de su casa por espacio de once meses. En 1939 recibió el nombramiento de cura ecónomo de Huesa del Común y encargado de Plou.

Sucedió a mosén Primo Cabanas Francás. Realizó una gran labor educativo-formativa, especialmente con los jóvenes que, por razones de la guerra, se vieron privados de una mayor y mejor formación humana y espiritual. Destacó en su dedicación a establecer la Acción Católica, con buenos resultados pastorales

Siempre se le ha recordado y se le recordará como un sacerdote entregado a los demás. Gozó de un gran prestigio y aprecio. La casa parroquial estaba siempre abierta para todos los feligreses. Su hermana Dolores, se lamentaba con frecuencia, de cómo desaparecían: camisas, pantalones y ropa interior. Los monaguillos le teníamos un gran respeto y, a la vez, admiración.

Recuerdo con cariño muchas anécdotas. Ocupando, dentro del cuadro de monaguillos, un puesto más cercano a su confianza, pues, me estaba preparando para ingresar en el Seminario, participé en muchas acciones pastorales que fortalecieron mi disposición a seguir sus pasos. Me sentí muy gratificado de la confianza que depositaba en mí.

Los pobres y los enfermos eran tratados con una atención especial por mosén Camilo. Valga esta vivencia: en aquella época de postguerra se respetaban mucho las palomas de la torre y bóvedas. Los pichones siempre iban destinados a los enfermos y pobres del pueblo. Los monaguillos éramos los encargados de capturarlos y llevarlos a los respectivos domicilios que, previamente, nos indicaba mosén Camilo. Así sucedía con las tartas de las pocas bodas celebradas en la parroquia. Tenían los mismos destinatarios y, a veces, nos incluía a los monaguillos. Aquel día era fiesta especial…

Cultivó, con gran acierto, las vocaciones sacerdotales. En Plou, pueblo anejo a Huesa, a donde se desplazaba domingos y festivos montado en una caballería muy mansa, preparó a los sacerdotes: Juan Antonio Contamina Cabañero (fallecido) y Julio Millán Plou, actual párroco de Samper de Calanda. También preparó y ayudó a Mariano Royo Valero (fallecido) que no llegó a recibir la ordenación sacerdotal.

En el año 1943 tuvo lugar el concurso de curatos (párrocos) y le destinaron a la parroquia de Torrecilla de Alcañiz (1943-1949).

Regentó la parroquia de Mas de las Matas (1949-1955) y, posteriormente, párroco de San Gil, abad, de Zaragoza (1955-1972).

Puesto que había sido el primero en iniciar mi preparación para el ingreso en el Seminario, consideré conveniente que, llegado el día de mi Primera Misa, fuese el Orador Sagrado (predicador). Fue el día 22 de julio de 1957 en la iglesia del Real Seminario de San Carlos, Plaza de San Carlos 5, Zaragoza.

El día 22 de agosto de 1963 recibí el nombramiento de coadjutor de la parroquia de San Miguel de los Navarros de Zaragoza. Nombramiento firmado por el Arzobispo D. Casimiro Morcillo González.

San Gil, abad, y San Miguel de los Navarros han formado siempre parte integrante del arciprestazgo del Centro en la vicaría primera. Esta circunstancia, me permitía poder mantener una estrecha relación con mosén Camilo, puesto que regentaba la parroquia de San Gil. Esta relación me ayudó a mantener el espíritu abierto y constante.

Se jubiló de párroco de san Gil el 31 de marzo de 1972. El día 20 de julio de 1989 ingresó en la Casa Sacerdotal de San Carlos, donde pasó sus últimos días. Murió el 7 de enero de 1990, a los 80 años de edad. Sus restos mortales descansan en el cementerio de su pueblo natal, La Iglesuela del Cid. Un gran sacerdote.

Mosén Jesús López Bello (En proceso de Beatificación)

Nació en Daroca el día 17 de diciembre de 1904. Hijo de Lorenzo y de María. Familia numerosa (13 hermanos). Fue bautizado en la Basílica parroquial de Santa Mª. de los Sagrados Corporales el día 19 de diciembre del mismo año. Fue su madrina: Manuela Pérez. Tras cursar Latín y Humanidades en Daroca, ingresó en el Seminario Sacerdotal de San Carlos. Fue fámulo del obispo auxiliar D. Miguel de los Santos Díaz y Gómara. Fue ordenado de presbítero el 2 de octubre de 1927, por D. Rigoberto Doménech y Valls, en la iglesia del mencionado Seminario. Celebró su 1ª Misa Solemne en Daroca el 6 del mismo mes.

Regentó las parroquias de: Luesma, Torre de Arcas, Bello y, (1943), tras el concurso de curatos, tomó posesión de Huesa del Común y encargado de Plou. Le acompañó su madre, María, que falleció el 20 de junio de 1945. Sus restos han permanecido muchos años en el cementerio de Huesa.

Sucedió a mosén Camilo. Durante su estancia en nuestra parroquia, cultivó de modo especial la pastoral vocacional (sacerdocio y vida religiosa). Completó mi preparación para ingresar en el Seminario de Alcorisa. También preparó a mosén Gil Plou Plou, fallecido el 3 de julio de 2009 en Oliete, de donde era párroco. Tanto en Huesa como en Plou, surgieron varias vocaciones religiosas.

Podría destacar muchas anécdotas o vivencias. Voy a mencionar alguna de ellas: después del rezo del Rosario, chicos y chicas, íbamos a jugar al fútbol a las eras. El balón no era de reglamento, sino elaborado con trapos y otras materias “primas”. Esto sucedía, preferentemente, en vacaciones de verano. Mosén Jesús era uno más en el equipo; creo que disfrutaba más que nosotros. La pena era que, en aquella época, no había agua corriente en las casas y, además, muy costoso el traslado de la misma. ¡Qué tiempos aquellos!

Otra anécdota o vivencia: En aquellos años no se celebraban misas por la tarde. En verano, la misa de festivos y domingos era a las 4 de la mañana, para que los agricultores pudiesen ir a cosechar (no había tractores ni cosechadoras). Había un pacto con mosén Jesús de pasar por el callizo de la casa parroquial y dar un par de silbidos con la llave de la iglesia. A su sonido, mosén Jesús respondía: “Ya voy” y, yo subía a la iglesia (no había luz eléctrica en el pueblo) encendía una vela (eran casi desconocidas las linternas) y me dirigía a la torre con esta luz de la vela. Si hacía viento no aguantaba la luz y había que ascender hasta la campana, a obscuras, para bandearla. Parece increíble, pero así era.

En el año 1950 fue trasladado a Zaragoza como coadjutor de la parroquia de San Miguel de los Navarros.

Tuve la gran satisfacción de que, en mi Primera Misa, celebrada el día 22 de julio de 1957, en el Seminario de San Carlos, me acompañaran los dos: mosén Camilo como Orador Sagrado y mosén Jesús como Padrino Eclesiástico.

Después de su regreso de Madrid -1974-, mantuve una estrecha relación personal. Falleció siendo Beneficiado en el Pilar, el día 12 de abril de 1990.

Toda mi vida, tanto ministerial como humana, ha estado marcada positivamente por la actitud y el testimonio de estos dos grandes sacerdotes. Les estoy sumamente agradecido.

Proceso de beatificación

A primeros de noviembre de 2008 recibí una carta de Jesús López Medel, sobrino de mosén Jesús, en la que se me notificaba el inicio de la causa del proceso de beatificación del sacerdote diocesano de la archidiócesis de Zaragoza, Don Jesús López Bello, si es para gloria de Dios. Se me adjuntaba un impreso con los datos a aportar para dicho proceso. Destaco algunos aspectos:

1º.-Mi relación con mosén Jesús

“Tuve la suerte de ser monaguillo de su confianza. Me preparó para el ingreso en el Seminario. Fue, para mi, modelo de sacerdote a imitar. Su trato fue siempre respetuoso, cariñoso, amable y cercano. Mantuve frecuente relación en Zaragoza y siempre encontré la misma disponibilidad y acogida”.

2º.-En cuanto a sus virtudes

2.1.- Las generales:

“Me llamó la atención que nunca le escuché crítica alguna a sus superiores, compañeros sacerdotes ni feligreses. Oración edificante, disponibilidad, generosidad, respeto, cercanía, humildad…”

“En los muchos años de trato he comprobado que era un hombre prudente, cercano a Dios y a la Virgen del Pilar”.

2.2.-Las teologales:

“Su Fe se traducía en la confianza en la Providencia”
“La Esperanza se manifestaba en la superación de las dificultades”
“El Amor-Caridad impregnaba su vida”.

Es una gran alegría poder manifestar a los feligreses de la parroquia de San Miguel Arcángel de Huesa del Común que uno de sus pastores está en proceso de beatificación. (Loado sea Dios).

Somos conscientes de lo lentos que son estos procesos, al menos en algunos casos. Su tramitación requiere acreditar virtudes extraordinarias y signos que las avalen.

Un enlace a su página: http://mosenjesuslopez.blogspot.com/

Adolfo Yus Millán
Sacerdote

 

Publicación: 13/2/2010

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