Santa Quiteria, abogada
contra la rabia, cuya devoción sea posiblemente tan
antigua como la ocupación cristiana de Huesa del Común,
tiene en Huesa dedicado un gran templo, reflejo de la importancia
de su población en los siglos pretéritos.
Cada mayo se celebra puntualmente su romería.
Vemos que, ya sea por devoción, o por afán de
reafirmar las antiguas señas de identidad y mantener
las tradiciones seculares, los huesinos, cantan sus auroras,
hacen tocar sus campanas, acuden desde su parroquia en romería
entonando viejos cantos, y celebran misa en la gran ermita
que simboliza la importancia de la religiosidad en la sociedad
tradicional.
A diez minutos del casco urbano se alza este
templo moderno, que sustituyó a otro más antiguo,
para el que hasta algunos blesinos dejaban donativos en sus
testamentos, hayá por el siglo XVI.
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