Recientemente, el Instituto de
Estudios Turolenses ha editado una de sus cartillas,
titulada "Los judíos de Teruel".
Casi 60 páginas, escritas por el investigador
Miguel Ángel Motis Dolader, historiador
que colaboró en el número especial de Ossa,
conmemorativo de su número 25.
Con un lenguaje muy comprensible nos explica como se organizaron
ya desde 1177 en la zona de Teruel; como se intentó
armonizar la convivencia entre judíos y cristianos,
mediante regulaciones (es muy curioso su cuadro en el que
se describen las acciones que se multaban por dificultar la
convivencia. Sus medios de vida, se basaban en la artesanía
textil, el mercadeo con productos tan valiosos como el azafrán
y el préstamo, sus principales fuentes de ingreso.
Y, finalmente, como se repoblaron las juderías tras
la expulsión de los judíos, dándoles,
generalmente el nombre de Barrio Nuevo o Barrio Verde.
En el libro se cita varias veces Huesa del Común,
albergando 1 de las 15 comunidades judías de la provincia
de Teruel en la Baja Edad Media. Se comenta que, a pesar de
representar una baja porción de la población,
mantenía un gran poder económico. Tres familias
judías residentes en Huesa fueron capaces de prestar
dinero a más de 40 localidades, en un radio de 50 Km.
Los judíos también destacaron por su conocimiento
de la medicina, atendiendo tanto a cristianos como a judíos.
En Huesa se conocen los nombres de tres médicos en
el siglo XV. Por otro lado, bastantes ilustraciones sobre
los judíos de la época son fragmentos de tablas
de retablo de la Santa Cruz de Blesa.
Os recomendamos, pues, hojear y leer esta Cartilla
turolense, nº 23, en la que se explican interesantes
curiosidades que nos ayuda a imaginar como transcurría
la vida en nuestra zona de Teruel hace tantos siglos.
[A.C.R. Zaragoza, 13 de junio]
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